El proceso de paz que viene realizando el gobierno nacional del presidente Juan Manuel Santos y el grupo de las FARC-EP, ha generado gran expectativa en algunos sectores del pueblo colombiano. Es, sin lugar a dudas, un nuevo comienzo para iniciar la construcción de un nuevo país en donde todos los colombianos puedan sentir un ambiente de paz y de prosperidad.
Los colombianos han tenido que convivir con 50 años de conflicto armado, dejando a lo largo de este período a 6.8 millones de víctimas, una violencia que ha ocasionado pérdidas y dolor para muchas personas en Colombia.
Familias enteras han sido desplazadas de sus propios territorios, lo han perdido todo y han tenido que dejar atrás sus tierras, sus casas, sus animales, sus cultivos y, en varias ocasiones, han sufrido la pérdida física de algún integrante de su núcleo familiar. Muchas de esas familias decidieron emigrar hacia otros lugares más seguros del territorio colombiano o, incluso, hacia países vecinos, huyendo de esta terrible violencia que ha cobrado muchas vidas humanas y ha dejado miles de desplazados, marcando así la historia de este país.
Con el proceso de paz todas esas familias esperan que el Estado colombiano los auxilie para retornar a su territorio, recuperar gran parte de sus tierras y lograr una reparación integral con el proceso.
Decidimos recoger diferentes opiniones al sur del departamento del Atlántico para indagar qué opinión tienen los colombianos, en especial los productores agropecuarios, sobre el proceso de paz y la relación que tiene este con el sector rural.
Luis Alberto Márquez, pequeño agricultor del municipio de Manatí, comentó: “Queremos que haya más reparación para las víctimas de este conflicto armado”.
Por su parte, Gloria Álzate Gallego, representante de la Asociación de Víctimas en el municipio de Candelaria, resaltó el gran compromiso que ha mostrado el gobierno nacional con las víctimas para lograr la paz. “Tenemos gran positivismo pues hemos sido los más afectados de este conflicto armado”, aseguró.
Augusto Rojano Caicedo, pequeño productor del municipio de Santa Lucía, expresó: “el campo es la más grande empresa que hay. Con el proceso de paz el sector rural se debe fortalecer”.
Otros representantes de la parte rural opinan que con la firma de este proceso vienen grandes oportunidades para los colombianos, especialmente para los del campo.
José Catillo Mesa, pequeño productor del municipio de Repelón, comentó: “Todos estamos aportando un grano de arena para alcanzar la paz, todos debemos participar”. Argumentando que el sector rural sería uno de los abanderados en este proceso, “El desarrollo de este país, y de sus campesinos, está en que miremos hacia el campo colombiano, pues así habrá generación de empleo y más oportunidades para las familias campesinas”.
Hay que resaltar que una de las prioridades de este proceso de paz es el desarrollo del campo. Esto se ve reflejado en la implementación de los Programas de Desarrollo Rural Integral con Enfoque Territorial (PDRIET), que están ligados al proceso, idea que nació con las políticas implementadas por el Presidente de la República para el desarrollo del sector rural.
Por esto, el proceso de paz permite construir un país más social, más equitativo, en donde existan más oportunidades para todos los colombianos.
Por: Rafael Sarmiento
Comunicador rural