Programas de Desarrollo Rural Integral con Enfoque Territorial (PDRIET)

Los Programas de Desarrollo Rural Integral con Enfoque Territorial (PDRIET) buscan la transformación productiva, social e institucional de los territorios rurales, de manera que mejore el bienestar de la población, basándose en el uso sostenible de la biodiversidad, en especial de los recursos naturales renovables y los servicios eco-sistémicos. Le otorgan una particular importancia al desarrollo humano, al fortalecimiento del tejido social, a la acumulación del capital básico, al cierre de brechas (entre personas, zonas, etnias y géneros) y al fortalecimiento institucional.

Los PDRIET superan la equiparación entre desarrollo rural y agropecuario al contemplar todas las fuentes de generación de ingresos –no sólo las agropecuarias- y todos los componentes requeridos para el desarrollo de las áreas rurales –no sólo los productivos-, buscando fortalecer los vínculos entre ellos con base en una visión común e integral del territorio. Asimismo, cambian la formulación tradicional de arriba hacia abajo –desde la capital del país-, al poner como protagonistas a los actores rurales de cada territorio, quienes se encargan de formular las estrategias, programas y proyectos con base en las características del territorio (ambientales, geográficas y poblacionales), las dinámicas y procesos existentes, los distintos intereses y visiones involucrados y la necesidad de superar la pobreza rural. Para ello, deben construir consensos sobre prioridades, estrategias y delimitación de su territorio.

En síntesis, un PDRIET representa un cambio radical en la manera de enfrentar los problemas de desarrollo, pobreza y exclusión en el campo colombiano. Está concebido, además, como un esfuerzo a mediano y largo plazos, una especie de carta de navegación de la sociedad territorial para el desarrollo de sus áreas rurales. Este programa puede tener un horizonte de una década o más, estableciendo metas y estrategias para ese período de tiempo. Debe, como se ha mencionado, ser integral, es decir, contemplar todos aquellos componentes que la sociedad territorial considere indispensables para su desarrollo y bienestar.   

El proceso de formulación y puesta en marcha de un PDRIET en un territorio contempla tres etapas:

-Etapa de aprestamiento, en la cual lo esencial es reconstruir las condiciones básicas de convivencia cívica y de paz y preparar todos los aspectos requeridos para iniciar la formulación participativa y consensuada del PDRIET. En ella, se vincula a todos los actores al proceso, se fortalece la organización social y el diálogo y se comienzan o fortalecen iniciativas de colaboración entre los diferentes actores sociales, gubernamentales y no gubernamentales.

-Etapa de formulación, en la que el resultado principal que se busca es que la sociedad territorial elabore en forma verdaderamente participativa una “hoja de ruta” para el desarrollo integral de su territorio, con un horizonte a mediano y largo plazos. Mediante metodologías y técnicas participativas, se consulta a los pobladores del territorio acerca de sus expectativas y propuestas, y en talleres y reuniones se construyen la visión común del territorio, las líneas estratégicas y los programas y proyectos que permitirán hacer realidad el futuro deseado. Tras ser socializado entre los habitantes y actores locales, este plan territorial de desarrollo es perfeccionado y aprobado por la sociedad territorial.

-Etapa de implementación, en la que se ponen en marcha las estrategias, programas y proyectos definidos en la etapa anterior, con el fin de que la visión común de territorio se vuelva una realidad, construida con el esfuerzo conjunto de todos sus habitantes. Esta etapa se adelanta bajo la coordinación de una organización territorial formalmente constituida.