El director de la Corporación PBA y Secretario Técnico del Grupo Diálogo Rural Colombia, Santiago Perry, espera que la futura ley de desarrollo rural, que próximamente será llevada a discusión en el Congreso de la República, salde la deuda histórica que el país tiene con los pobres del campo.
Así lo expresó el pasado 23 de marzo, durante el foro Tierras y Desarrollo Rural, realizado en Bogotá, y en el que participaron más de cien personas, entre expertos, líderes campesinos, representantes de instituciones públicas y privadas y voceros del gobierno.
El evento, convocado por la revista Semana y el Instituto de Ciencia Política, tenía como propósito analizar los alcances del proyecto de ley, que según el Ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, Juan Camilo Restrepo, busca reducir en un 30 por ciento los índices de pobreza en el sector, atender a un millón de personas (225.000 familias) y asegurar el buen uso de la tierra, entre otros objetivos.
Perry mencionó que en las áreas rurales colombianas existen deficientes indicadores sociales en educación, salud, seguridad social, servicios públicos y comunicaciones, además de que en ellas hay una elevada concentración de la pobreza. Aseguró que actualmente la brecha entre lo rural y lo urbano se está ampliando porque hace falta prioridad para lo rural, y debido a la falta de políticas y estrategias para superar la pobreza rural.
Asimismo, hizo especial énfasis en que la ley de desarrollo rural debe proponerse solucionar la deuda con el mundo rural y con los pobres rurales, “deuda histórica” como él la califica, que debería dejar como resultado una sociedad rural mas democrática y justa, sobre todo con los pequeños productores y los pobres del campo.
Resaltó los aspectos positivos que presenta el proyecto de ley, como la apuesta por una visión de desarrollo rural con enfoque territorial, que tiene en cuenta todos los actores, todas las actividades económicas y de generación de ingresos y todos los componentes del desarrollo; en la que el desarrollo rural se construye de abajo hacía arriba, con todos los actores que conforman un territorio, analizando las condiciones de cada territorio y teniendo en cuenta los procesos en ellos presentes, y las necesidades, infraestructura, actividades productivas y sectores de intervención en cada uno. Además resalta la inclusión de un título completo de políticas para acrecentar la acumulación de capital humano, capital social y capital físico, conceptos que por primera vez son introducidos en una ley para el sector rural colombiano.
Terminó su análisis señalando que las mayores falencias del proyecto se centran en los temas de pobreza y desarrollo productivo, ya que el proyecto se queda corto en el combate de las desigualdades y la pobreza rural; “los recursos para lo productivo y la generación de ingresos no se focalizan en los pequeños ni en los más pobres, no se dice explícitamente que los recursos públicos en la materia deben ser exclusivamente para ellos, sino que sólo se habla de priorización”, señaló.
Finalmente, en cuanto a la dimensión ambiental del proyecto de ley, Santiago Perry señaló que hace falta que sea abordado de un modo transversal entre lo productivo y la conservación, teniendo en cuenta temas importantes como el cambio climático que afecta directamente lo rural; además de que los diferentes componentes de desarrollo productivo se limitan a los bienes agropecuarios, y no hacen referencia a los bienes y servios ambientales. En relación con la adecuación de tierras, no se incluye esta actividad como parte de los proyectos productivos, ni se tiene en cuenta la conservación de las cuencas.
La ponencia de Santiago Perry fue comentada por otros especialistas en la materia. Cecilia López, exministra de Agricultura, señaló la importancia de poner atención en los temas negativos señalados en la presentación de Perry, pero resaltó que hace falta de manera determinante el tema de género dentro del proyecto. “La mujer en lo rural ya ha pasado de ser meramente ama de casa, a trabajadora, productora y comercializadora activa en todos los ámbitos rurales”, dijo. Además de asegurar que le paree muy preocupante que a pesar que en Colombia la industria crezca un 5.9 por ciento, el sector de la agricultura tan sólo alcanza un 2.2 por ciento de crecimiento.
Por su parte Nelly Velandia, coordinadora de la Mesa de Mujeres Rurales Colombianas, señaló que “el doctor Perry había recogido en su intervención el sentir de la economía campesina”, ya que los campesinos son quienes realmente producen el 70 por ciento de los alimentos y defiende además el papel fundamental de la mujer, diciendo que “se debe incluir un enfoque diferencial y de género en el proyecto”.
El presidente de Fedegan – el gremio de los ganaderos colombianos - José Félix Lafaurie, señaló por su parte que las empresas privadas apoyan a los pequeños productores y que han venido trabajando de la mano con el gobierno en pro de ellos para lograr un mejor desarrollo. Entre los comentarios también resaltó la importancia de los bienes públicos, y en particular de las infraestructuras viales, y señaló que para lograr crecimiento en el campo se necesitan buenas carreteras para mover los productos hacia los grandes centros de consumo.
Entre los comentaristas también estuvo Juan Manuel Ospina, Gerente del INCODER, quien, entre otras cosas, dijo que hay una inmensa necesidad de incluir instrumentos que mejoren la planificación del agua para un uso productivo del suelo, logrando incentivar alianzas de una forma más profunda que mejoren la situación económica del sector y sobre todos de los pequeños y medianos productores, además de implementar buenos modelos de asociatividad.
Por, Paula Páez, Comunicadora Social Corporación PBA