Una oportunidad para el Desarrollo Rural

Se avecinan las negociaciones entre el gobierno del presidente Santos y la guerrilla de las FARC. Las partes acordaron como primer punto de su agenda la discusión de problemas relacionados con el Desarrollo Rural, lo que genera una oportunidad muy valiosa de discutir de cara al país una serie de temas que han estado por años relegados de la agenda pública.

 

La construcción de la paz pasa por promover un desarrollo rural con enfoque territorial, que tienda a superar el atraso y marginamiento de las zonas rurales, mejore la cobertura y la calidad de los servicios sociales y públicos y de la infraestructura, ofrezca posibilidades de generación de ingresos a los moradores rurales, en especial a los más pobres, y que cree condiciones para una vida amable y digna en las áreas rurales. El país tiene dos deudas históricas que tiene que saldar: la deuda con el sector rural y la deuda con los pobres del campo. No habrá posibilidad de paz y desarrollo sin saldar esas deudas. En la mesa de negociaciones, y en la actual coyuntura nacional, hay que darle una prioridad absoluta al tema de los pobres rurales y al objetivo de erradicar la pobreza rural.

 

Asimismo, el tema de la reparación de las víctimas – otro de los puntos de la agenda - es fundamental, pues sin repararlos no se puede hablar de paz duradera, y la reparación implica devolver las tierras usurpadas y ayudar a las víctimas para que puedan emprender iniciativas que les ayuden a mejorar sus condiciones de vida y a participar en la economía.

 

La sociedad civil, y en particular el Grupo Diálogo Rural, deben elaborar propuestas concretas y viables, con las que puedan contribuir a que en este diálogo realmente se sienten las bases para una paz duradera, mediante la solución de los problemas de fondo que desde hace décadas afronta el sector rural colombiano.