Los Programas de Desarrollo y Paz son algunas de las iniciativas más respetadas y conocidas, a nivel internacional, de cultura de paz para la reconstrucción del tejido social, representan el impulso de las comunidades rurales en busca de soluciones pacíficas al conflicto armado en Colombia.
Tras décadas de violencia, consecuencia del conflicto armado y la evidente ausencia del estado a nivel regional, el campo colombiano se ha levantado entre expresiones pacíficas, acciones de rechazo frente a los grupos armados ilegales que operan deliberadamente en el país. Como una manifestación de la sociedad civil, representa un indicador de la fuerte iniciativa en busca de soluciones y alternativas que permitan superar la situación de violencia y reconstruir el tejido y la organización social para reactivar y fortalecer las actividades productivas, a través de la convivencia pacífica y el desarrollo integral, social, político y económico, de la región
El primer Programa de Desarrollo y Paz surgió en el Magdalena Medio en el año 1995, como iniciativa de la sociedad civil y bajo la dirección del sacerdote jesuita Francisco de Roux, quien en su modelo de paz y desarrollo logró que miles de familias trabajaran fuera del tráfico de coca y los grupos armados ilegales. Como una alternativa a la guerra, a la pobreza y a la falta de articulación entre los distintos sectores de la sociedad, los PDP son resultado de las iniciativas de participación campesina, reconocida como organizaciones de base, articuladas e integradas dentro de la misma estrategia.
Según la Fundación Red, Desarrollo y Paz de los Montes de María, los Programas, además de convertirse en alternativas novedosas de construcción de paz y desarrollo en el país, son sistemas de coordinación de la sociedad civil, constituidos por entidades que buscan construir un país en paz mediante la participación social y comunitaria en procesos locales y regionales de desarrollo humano, sostenible, equitativo y solidario.
Así mismo, se ha convertido en una propuesta de transformación cultural y modernización democrática, siendo instrumento para fortalecer el gobierno local, generando mayor capacidad de gestión e involucrando la población en sentido de pertenencia y compromiso con su propio desarrollo.
Actualmente existen 19 programas en el país, presentes en 517 municipios de 22 departamentos, que cuentan con la participación de la comunidad para la identificación y resolución de sus problemas. “Los Programas buscan la integración y colaboración de la mayoría de los pobladores con el fin de fortalecer su capacidad de participación en la construcción de lo público. De esta manera, se afianza a las comunidades y se las hace menos vulnerables al conflicto actual”, exponen Arturo García y Alfredo Sarmiento en su documento Programas regionales de desarrollo y paz: Casos de capital social y desarrollo institucional, del año 2002.
En el año 2002, para compartir experiencias y enfrentar las manifestaciones de violencia, los programas replicados en el país se agruparon en una Red, Redprodepaz, bajo el propósito de contribuir a la construcción de una nación en paz, mediante una apuesta de desarrollo humano integral sostenible al alcance de todos los ciudadanos a partir de procesos locales y regionales de desarrollo y paz. En este sentido cumple un papel fundamental al apoyar las nuevas iniciativas, aportando los conocimientos y experiencias ya tenidas durante más de 15 años en el país.
La Corporación PBA y los Programas de Desarrollo y Paz
A través de las actividades de responsabilidad social que realiza Ecopetrol, desde el año 2009 la Corporación PBA ha venido acompañando algunos Programas de Desarrollo y Paz en el Caribe colombiano, precisamente en las regiones de Bajo Magdalena, Canal del Dique, Montes de María, Sierra Nevada de Santa Marta y Magdalena Medio. El proceso ha buscado conectar comunidades rurales de cinco PDP con otras de la misma región que ejecutan o ejecutaron con éxito el enfoque de Innovación Rural Participativa (IRP).
Mediante un auténtico intercambio de experiencias, de campesino a campesino, el proceso ha dado comienzo a la experimentación campesina, la investigación agrícola participativa y el desarrollo de organizaciones comunitarias sólidas y de largo plazo, que contribuyen al mejoramiento de las condiciones de vida y producción de las familias rurales, trabajando siempre desde el análisis y precepción de la comunidad, que identifica los orígenes de los problemas y define la ruta de innovación o acompañamiento para su solución.
A cargo de líderes rurales, que conforman el equipo de multiplicadores de la Corporación PBA, experimentados en el enfoque metodológico de Innovación Rural Participativa, el proceso ha entrenado equipos de promotores de los PDP para fortalecer sus competencias como facilitadores y animadores rurales, y el intercambio directo de experiencias con líderes productores de las comunidades involucradas.