Reportería rural: en el Peñol, Antioquia, jóvenes en movimiento

Un santo vio como una gran barca dirigida por el Papa era combatida por la tempestad que amenazaba hundirla, pero  dos columnas emergieron  del mar con la eucaristía y la virgen María. Como en tiempos bíblicos el mar se calma y la tempestad cesa. Este santo era don Bosco, reconocido por el amor a los jóvenes y por hacer de ellos buenos cristianos y honestos ciudadanos.

Y precisamente a El Peñol, Antioquia, llegó John Dayro,  joven sacerdote que inició una aventura sin saber la influencia que tendría en la juventud peñolense.

El Movimiento de las Embarcaciones, fundado oficialmente por el sacerdote, está conformado por diferentes grupos juveniles; siendo este un espacio para los jóvenes creyentes, donde prima la igualdad, dejando de lado sexo, raza o estrato.

Aproximadamente son 700 jóvenes, entre 12 y 35 años, que asisten a estos encuentros o, como el sacerdote lo llama,  “la tripulación”, que al mando de su capitana la virgen María se ha venido formando con una metodología lúdica hacia la  devoción mariana al estilo juvenil.
 
El proyecto, nombrado “Una aventura para valientes”, es una idea del sacerdote John Dayro quien dice que la realidad de los jóvenes se ha visto como un mar lleno de problemas,  desacierto, vicios, peligros y la única forma de salvarlos es acercándolos a Dios; de ahí surgió la idea de subirlos en las barcas que los conducirá hacia una experiencia de fe mucho más profunda, teniendo como base al amor a Jesús, la eucaristía y a su santa madre.

El proyecto tiene como objetivo que los jóvenes se vinculen a los diferentes grupos juveniles existentes en el municipio, que se enteren de su existencia en la región y, porque no, en el país. Ahí se promoverán los valores religiosos mediante la vivencia de la fe, para que se conviertan ellos mismos  en evangelizadores de  otros jóvenes, todo  a través de un proceso  de acompañamiento que tiene como base la palabra de Dios, de las verdades de la fe  manifestada en la Iglesia Católica.

En este momento hay 24 embarcaciones juveniles, 10 en zona urbana, 13 en zonas rurales y una infantil; nueve de ellas han cumplido un año, que se celebró el 11 de abril con la presencia de la actriz y modelo Amada Rosa Pérez, quien compartió con los jóvenes su experiencia de fe.

La meta es formar embarcaciones familiares donde estén involucradas todas las personas que quieran vincularse con este trabajo para lograr que los jóvenes cultiven sus valores religiosos, morales, cívicos y sociales en  una sociedad que, como una tormenta impetuosa, trata de hundirlos y ahogarlos, pero es seguros que cubiertos de la virgen podrán entrar al puerto definitivo que es la felicidad en Dios.

 

-------------

 

Por Ruben Giraldo

Comunicador Rural, Hortifrupe (El Peño, Antioquia)