Crónica de la recuperación de tierras ocurrida en la década de los años setenta en Ovejas, Sucre, escrita por un comunicador rural.
A tan solo 30 minutos del casco urbano está ubicado el corregimiento San Rafael, en el municipio de Ovejas, Sucre, que tiene como base económica la agricultura, ganadería y minería. Años atrás los terrenos pertenecían a los terratenientes y los campesinos no tenían donde sembrar sus cultivos; en esta situación, para el año de 1972, nació la idea de invadir estas propiedades.
Un año más tarde, para el 21 de febrero de 1973, al mando del señor Jaime Antonio Narváez Benítez los campesinos invaden por primera vez las propiedades de los terratenientes en compañía de comunidades aledañas y de algunas mujeres del corregimiento, se integran también estudiantes, profesores y sacerdotes de la ciudad de Barranquilla que apoyaban este movimiento de protesta. En total 500 personas, entre mujeres y hombres, fueron arrestadas por las autoridades y llevados al coliseo de la ciudad de Sincelejo; el mismo día en las horas de la tarde dejan salir a las mujeres y cinco días después los hombres son puestos en libertad; a pesar de todos los percances los campesinos siguieron con la idea de invadiendo las propiedades.
La señora Leopoldina Montes, una de las mujeres que estuvo en las invasiones, cuenta que ella cumplían un papel muy importante en la invasión de los terrenos, pues era una de las encargadas de preparar la comida para las personas que estaban en los enfrentamientos, también cuenta que intercambiaban los productos que ellos cosechaban por otros como era yuca por arroz. “No solo cocinábamos si no que también nos dedicábamos a cultivar hortalizas y ayudar a los hombres en sus labores” cuenta Leopoldina.
Para el año de 1975, el día 21 de marzo al ver las autoridades que los campesinos no querían salir de las propiedades de los terratenientes tomaron acciones grotescas en contra de ello. Estas acciones dejaron dos muertos y cinco heridos en total. Para finalizar con la ola de violencia y frenar los atropellos de las autoridades en contra de la comunidad campesina, los campesinos deciden hacer una marcha pacífica por las calles de Sincelejo.
Para el año de 1975 los campesinos hacen la segundo invasión en el municipio del Piñal, dos años más tarde vuelven e invaden los terrenos conocidos como Santa Rosa, un año después invaden los terrenos de Palmira municipio de Tolú Viejo. En 1983 hacen una toma pacífica al Instituto de Reforma Agraria (INCORA) para buscar solución a los problemas que se venían presentando con los terrenos invadidos. El señor Víctor Arias cuenta que fueron detenidos cinco veces por parte de las autoridades en todo el proceso de las invasiones de los terrenos.
Para planear las invasiones existían comités, el más importante era el comité central conformado por las comunidades de Flor de monte, Palmito, la Peña y San Rafael. Cada comunidad tenía su comité, los cuales se reunían en el comité central para planear las actividades con respecto a las invasiones.
Para el año de 1990 los terratenientes hacen por primera vez la entrega legal de sus propiedades, en total fueron 930 hectáreas.
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Por Donovan Arias
Comunicador Rural, Apros (Ovejas, Sucre)