Para AGUASISO - empresa comunitaria de servicios de agua - es un reto trabajar en armonía con la naturaleza, y por eso no ahorra esfuerzos para hacer las inversiones necesarias en la protección de la cuenca hídrica de la parte alta de los municipios de Soacha y Pasca, en el departamento de Cundinamarca. Durante los últimos diez años Aguasiso, con aportes de los municipios Sibaté y Soacha, del el departamento de Cundinamarca, de la Corporación Autónoma Regional CAR y con recursos propios, ha realizado trabajos de recuperación de zonas hídricas en el páramo del Sumapaz, exactamente en la cuenca de Rio Blanco, microcuenca de Quebrada honda, en las veredas Romeral en Soacha y Quebrada honda, de Pasca, en donde se han recuperado aproximadamente 500 hectáreas que antes estuvieron dedicadas al cultivo de papa y a la ganadería, y que hoy forman parte de las 1.000 hectáreas protegidas del páramo. Gracias a este cambio en el uso del suelo, se logró incrementar el caudal de agua en Quebrada honda, donde Aguasiso toma el agua para surtir a sus 1.600 afiliados en las diferentes veredas de Sibaté, Soacha y Granada.
Anualmente se vienen sembrando un promedio de 4.000 árboles propios de la zona y que son ideales para la regulación hídrica y ya se puede observar que en sitios donde hace doce años había cultivos de papa, hoy tenemos un bosque cuyos árboles promedian los 2 metros de altura.
Pero lo mejor es que allí se puede observar que la misma naturaleza se recupera para demostrarle a la mano del ser humano que insiste en destruirla, que ella puede curar sus heridas pero cuando no hay seres que le ayudan como sucede entre los integrantes de Aguasiso y esta clama por su ayuda entonces es cuando se ve obligada a cobrarle sus abusos a sus destructores manifestándose en derrumbes, huracanes, inundaciones, y como lo vemos en la actualidad con el cambio climático que estamos enfrentando y que es irreversible y que no nos queda otra cosa mas que adaptarnos y buscar medios de mitigación como lo hacemos en esta zona del páramo de Sumapaz.
Qué bueno sería que en otras regiones de Colombia se realizara este tipo de trabajo en favor de la naturaleza y por ende la prolongación de las especies entre ellas la humana y no en preocuparnos por la destrucción como sucede en el páramo de guerrero por ejemplo donde a base de cultivos de papa y minas de carbón tienen acabado el ecosistema de la región y sin que se sepa claramente que hay políticas de estado y de la sociedad aledaña para parar y evitar que se continúe con este irreparable daño, por lo contrario dice el gobierno nacional que hay que fortalecer la locomotora de la minería que es uno de los 3 huevitos que se dejaron empollando no mejor cocinando para llenar las arcas de unos muy poquitos y que contribuye a la extinción de todas las especies vivas o será que estos dirigentes que piensan así, serán cuerpos gloriosos que duraran eternamente y que no necesitan de Agua y alimentos?.
Yo los invito a que unamos esfuerzos y entremos a enfrentar todos esos factores adversos y defendamos la madre naturaleza, escuchémosla y entremos a defenderla, no más reducción de paramos en Colombia aportemos un granito de arena para mitigar los daños ambientales y conservar agua, aire y suelos aptos para vivir en paz y armonía como lo merece el ser humano.
Por Raimundo Cangrejo, comunicador rural, Granada (Cundinamarca, Colombia)