Mónica Andrea Rivera es una emprendedora líder de comunidades de Puerto Leguízamo, y participa en la red nacional Común Unidad.
En el proceso de formación rural participativa para el fortalecimiento de la Red Nacional Común Unidad, participa una líder muy joven y emprendedora, con una visión muy amplia sobre el futuro de su comunidad. Ella es Mónica Andrea Rivera, quien vive en el municipio de Puerto Leguízamo, departamento del Putumayo, en el sur del país, exactamente a orillas del río Putumayo. Mónica inició su proceso como líder comunitaria desde muy pequeña, con la Pastoral Social de la iglesia del municipio. Esa experiencia fue para ella una base fundamental que le permitió tener un acercamiento con la comunidad y llegar hoy en día a ser reconocida como una buena líder que genera credibilidad y confianza. Ella asegura que tener este rol de líder es muy importante “porque es un orgullo y satisfacción hacer aportes positivos a mi comunidad de forma constante que vayan en caminados a enfrentar la problemática a nivel general, pues considero que el trabajo colectivo conlleva a mejores logros”.
A partir del año 2007 llegó el SENA al municipio donde ella habita, ofreciendo el programa “líderes para el desarrollo”, el cuál buscaba formar jóvenes de los espacios más alejados, algunos de ellos ubicados en zona roja por problemas de orden público. Mónica viajó al SENA de La Salada, en Antioquia, en donde ella y otros tres jóvenes de Puerto Leguízamo iniciaron el proceso de formación. Posteriormente ella combinó la formación y propuso y ejecutó un proyecto productivo encaminado a brindar asesorías, que le permitió tener contacto con la comunidad y algunas entidades. Asimismo, ella tuvo la oportunidad de desarrollar el proyecto de saneamiento básico ambiental.
Luego de terminar sus estudios en el SENA, Mónica tuvo muchas oportunidades de trabajo con la empresa de servicios públicos, quienes más allá de prestar el servicio brindan apoyo social a la comunidad del municipio. También ha trabajado como cogestora social en Red Unidos, con más de 200 familias orientando sobre las rutas de atención y fortaleciendo las capacidades para disminuir riesgos de acuerdo a las condiciones de cada familia.
En años anteriores Mónica tuvo la oportunidad de proponer alternativas frente a la problemática del fenómeno de la niña, y frente a las necesidades, catástrofes y consecuencias generadas por dicho fenómeno en la zona rural principalmente; ella se encontró con una convocatoria abierta en Colombia Humanitaria que la condujo a tomar la decisión, junto con su grupo de compañeros, de presentar las propuestas y luego una idea de proyecto, que finalmente fueron aceptadas.
“El hecho de intercambiar experiencias conducen a reflexionar y valorar lo que uno tiene, además a mí me ha permitido buscar alternativas y no solo mirar mis necesidades también las de los demás y asi ir en búsqueda de estrategias globales para una sociedad, porque mi visión es pensar en el bien común, realmente sueño en formarme como profesional pero tan solo salir de mi municipio para adquirir esta formación y regresar para poder desarrollar muchas cosas por mi comunidad con el objetivo primordial de apoyar incondicionalmente mi territorio” agregó Mónica Rivera.
Por Saida Vanegas, Comunicadora Rural, Carmen de Carupa, Cundinamarca