El cultivo de ñame es considerado, para algunos, como el tercer tubérculo después de la yuca y la papa. Sin lugar a dudas, es uno de los de mayor importancia en la seguridad alimentaria de muchas familias en el Caribe colombiano.
En el departamento del Atlántico, este ha sido cultivado, tradicionalmente, en los sectores montañosos de los municipios de Luruaco y Repelón, principalmente en los corregimientos de Santa Cruz, Cien Pesos, las Tablas, Arroyo Negro y la vereda Pita. Se cultiva bajo un sistema de secano y de aprovechamiento de las lluvias, que caen en el primer y segundo semestre del año. Esto, debido a que las condiciones agroecológicas y de humedad relativa en estas zonas favorecen al desarrollo vegetativo de este cultivo.
En el municipio de Repelón, pequeños productores de la Cooperativa Coogrupar PBA decidieron llevar a cabo un trabajo de innovación, realizando la siembra del tubérculo hacia las zonas del distrito de riego del municipio.
De esta manera, lograron implementar una distancia de siembra de 70 cm. entre plantas y 120 cm. entre surcos, con el fin de obtener un mayor rendimiento de este cultivo, con respecto a las zona de secano, hacia el sector de las montañas, en donde las distancias de siembra son mayores (2 metros entre plantas y 3 metros entre surco). Para ello, implementaron un Núcleo de Innovación Participativa (NIP), ubicado en un sector del distrito de riego de Repelón, en donde hay instalada una hectárea de ñame de la variedad Diamante, que ha dado buenos resultados.
Edilma Escobar, pequeña productora de ñame, comentó que: “En la zona del distrito de riego se buscar lograr mantener una siembra escalonada de forma permanente, aprovechando el recurso del agua durante todo el año, para que el cultivo obtenga mayores rendimientos”.
Además, aseguró que con esta práctica se busca romper la estacionalidad, ya que muchos pequeños agricultores en la zona de secano deben esperar las lluvias para poder sembrar y, por ende, el rendimiento en la producción es bajo.
Está comprobado que del cultivo de ñame, en condiciones de riego, se pueden sacar varias cosechas al año, con una densidad de siembra de 20 mil plantas por hectárea, para un periodo de cosecha de seis meses, utilizando el uso de nuevas tecnologías.
Por: Rafael Sarmiento
Comunicador rural