A los pequeños productores –o agricultores familiares- y a los demás habitantes rurales les interesa enormemente que culmine satisfactoriamente el proceso de paz con las FARC y que esta guerrilla desaparezca como grupo armado por tres razones fundamentales.
1. La disminución de la violencia y el mejoramiento de las condiciones de seguridad en el campo los va a beneficiar a ellos más que a ningún otro. ¿Por qué? Porque ellos han sido los principales afectados por la guerra. No solo les ha tocado vivir en zonas de conflicto con la presión de los grupos armados –quienes en muchos casos han forzado su desplazamiento y los han obligado a abandonar sus casas, sus tierras y a perder sus propiedades- sino que les ha tocado engrosar las filas de los diferentes actores del conflicto –la mayoría de los integrantes tanto del ejército colombiano como de los grupos armados ilegales son campesinos o hijos de campesinos. Por esto, la terminación del conflicto con las FARC, el grupo insurgente más grande del país, va a contribuir de manera sustancial a que cesen esas presiones que vienen agobiando al campesinado durante las últimas décadas.
2. El acuerdo prevé la creación de un fondo de tierras con el que se busca dotar a todos los pequeños productores y campesinos que no tengan suficiente tierra, en cantidad o en calidad, para que puedan vivir bien y prosperar. Esto va a ir acompañado de los apoyos que se requieren para poner a producir los predios como lo son el acceso al agua, a la tecnología, al crédito, a la comercialización y a las vías de comunicación. De esta manera los campesinos no solo tendrán acceso a más tierra sino también a servicios y factores claves para poder producir en ella.
3. En el acuerdo queda claro que el país no puede seguir abandonando las zonas rurales y que, por el contrario, debe invertir sustancialmente en la infraestructura y en los servicios sociales y públicos de dichas zonas. Para esto es necesario mejorar la educación, la salud, la protección social, las vías de comunicación, entre otras. Es así como el acuerdo busca saldar la deuda histórica que tiene el país con las zonas rurales y sus habitantes.