En las instalaciones del afamado restaurante LA CIGALE, en Bogotá, se llevó a cabo la primera feria del agroconsumo de la papa, un espacio que permitió el encuentro directo entre consumidores y pequeños productores de este popular alimento, en un escenario nuevo, un restaurante prestigioso de un chef (Francois Cornelis) que quiere contribuir a la gastronomìa sostenible. El evento se llevó a cabo en el marco del proyecto: “Desarrollo de Capacidades para la Apropiación y Uso del Conocimiento en la Producción de Semilla de Papa para el Desarrollo y Mejoramiento de los Sistemas de Producción de Papa de Pequeños Productores del Departamento de Boyacá y Cundinamarca”. Dicho evento fue promovido por la Corporación PBA, la Pontificia Universidad Javeriana y COLCIENCIAS.
Este evento tuvo como finalidad que la unión temporal de AGROSOSTENIBLES, constituida por cinco organizaciones del Sistema Local de Innovación en papa de los departamentos de Boyacá y Cundinamarca, iniciara un ejercicio de venta de papa en fresco de variedades nativas y comerciales, y además permitiera mostrar los diferentes avances tecnológicos en la producción de semillas en el laboratorio de bajo costo en categorías elite y súper elite.
Las organizaciones participantes fueron: Central Cooperativa de Productores de Papa de Boyacá COPABOY con cede en Tunja, Cooperativa Integral de Productores de Papa de Ventaquemada, Boyacá COIMPAVEN, Asociación de Agricultores del Municipio de Granada Cundinamarca, ASOAGRA, Asociación Agropecuaria y forestal de Simijaca y Susa Cundinamarca, AGROFORESTAL SIMISU y Asociación campesina no nacional de trabajadores de la vereda Alizal de Carmen de Carupa Cundinamarca, ASOAGROALIZAL, las cuales directamente de sus fincas trajeron siete variedades de papa como Tuquerreña sabanera de COPABOY, Andina Nativa de COIMPAVEN, criolla amarilla andina de ASOAGRA, Parda pastusa y española nativa de AGROFORESTAL SIMISU e Ica única de ASOAGROALIZAL; variedades de tubérculos cosechados con el fin de ofrecerlos directamente al consumidor.
Gracias a Francois Cornelis, propietario del restaurante LA CIGALE, quien dejó un espacio de su prestigioso restaurante dedicado exclusivamente para que consumidores y campesinos pudieran sentirse satisfechos negociando sus productos de calidad, se observó la satisfacción de las dos partes y se vivió la alegría de aquellos consumidores que entraban al restaurante a degustar los platos que allí ofrecían y a la vez a la salida podían llevar productos como la papa directamente a su mesa sin necesidad de intermediario. Nuestros pequeños campesinos de Boyacá y Cundinamarca han descubierto la manera de competir en el mercado Colombiano, gracias al apoyo de la Corporación PBA, la Pontificia Universidad Javeriana y COLCIENCIAS, demostrando a un país que se puede luchar y surgir, que los pequeños pueden ser grandes; es así como lo están expresando los pequeños productores de la zona Andina.
En entrevista Francois Cornelis, cuenta que básicamente lo que intenta hacer es permitir que se promueva el uso de productos Colombianos en vez de lo importado, quiero que la gente conozca y valore el trabajo del campesino quienes aplican las buenas prácticas agrícolas (BPA), mejorando sus semillas, usando menos fertilizantes, y “la idea es que hoy más de 50 personas puedan comprar la papa directamente y así romper los paradigmas hacia el campesino pues existe una distancia geográfica y cultural entre la gente del campo y la citadina, desafortunadamente el campesino en la ciudad no es valorado en su justa proporción pero en este tipo de espacios donde el contacto entre el consumidor y el productor es directo se refleja un trato honesto y justo es por eso quiero que se vuelva a repetir en mi restaurante” aseguró Cornelis.
Mientras tanto Rafael Ortiz, bumangués, residente de la ciudad de Bogotá hace varios años, dijo “soy un consumidor de papa muy constante en todas las formas, en los últimos diez años me ha dolido en particular ver que las papas fritas que llegan en bolsa vienen de Holanda país en el cual estudie y que quiero mucho pero me duele terriblemente que las papas vengan de Holanda para que la consuman en todos los restaurantes Colombianos y todos los Colombianos, cuando tenemos una cantidad de subproductos y unas posibilidades grandísimas de mejorar no solamente la calidad y el tipo de papas sino también de darles valor agregado como ustedes lo están haciendo con colores bonitos, con cultivos orgánicos con ferias como la de hoy que propongo se haga en muchas otras partes de esta ciudad para dar a conocer las papas lindas que tenemos”.
Por Yudy Briceño, Comunicadora Rural Corporación PBA