El pasado 2 de junio, en el centro de convenciones de Montería, la Secretaría de Desarrollo Agroeconómico de Córdoba, en alianza con el Ministerio de Agricultura, convocó a los gremios, asociaciones y Umatas para diagnosticar el estado actual de las cadenas productivas del departamento. El encuentro contó con una amplia participación de asociaciones de pequeños productores, algo sorprendente en este tipo de eventos pues usualmente la cantidad de asistentes no era numerosa.
El principal inconveniente que solían presentar las organizaciones de productores para participar en este tipo de convocatorias es que no contaban con canales de comunicación efectivos que les permitieran hacer parte de estos procesos de transformación y participación, por lo que siempre eran invisibilizadas y resultaba imposible conocer sus ideas. Este proceso de trasformación, que hoy resulta evidente, empezó hace cuatro años, aproximadamente, gracias a la intervención de la Corporación PBA en el territorio. El cambio se logró a través de metodologías suyas como la Innovación Rural Participativa, el Desarrollo Organizacional, el Empoderamiento Participativo de los Pequeños Productores, el Mejoramiento Técnico Participativo, la capacitación y preparación de líderes multiplicadores que se han vuelto comunicadores y facilitadores –pasando sus conocimientos y aprendizajes a los demás productores- y la implementación del Programa de Desarrollo Rural Integral con Enfoque Territorial (PDRIET). Lo anterior ha permitido crear canales efectivos de comunicación que garantizan la participación activa de las organizaciones. En este sentido, y gracias a ese empoderamiento inculcado por el PBA, el 2 de junio hubo una participación masiva en esta actividad, que se desarrolló de la siguiente manera.
Se organizaron comisiones o mesas de trabajo –de cacao, plátano, acuícola, cárnica, maíz, algodón, frutales y tubérculos, como ñame, yuca y batata-, con la tarea de construir la misión, visión, objetivos e identificar los eslabones para cada una de las cadenas. Las mesas, que tienen la misión de reunirse periódicamente, debían nombrar un secretario técnico, un presidente, un vicepresidente y su respectivo líder. Al final, cada una de ellas socializó lo construido y concretó la fecha de sus próximas reuniones.
Uno de los puntos a resaltar es que los productores mostraron su deseo por elegir un doliente para cada cadena, ya que el abandono de las directrices nacionales es muy grande. En este sentido, se quejaron de que han sido toda una vida cultivadores agricultores y consumidores pero que el precio siempre lo han regulado las personas que nunca han tenido relación con el campo. Por ello, las mesas proponen que quienes las dirijan sean campesinos que deseen poner al servicio de otros productores su conocimiento y su saber local. Además, lo único que piden los representantes de cada cadena, que fueron elegidos por sus respectivos integrantes, es que para fortalecer el encadenamiento productivo hay que defender, en equipo, el nivel de esfuerzo del campesino.
Esta forma de reflexionar y actuar, que se evidenció en la reunión, ha sido un valor invaluable que la Corporación PBA ha venido generando en cada uno de los pequeños productores colombianos, formando líderes multiplicadores, gestores de desarrollo, productores propositivos, empresarios activos con capacidad de marcar y dejar huellas de persistencia, y el arraigo por labrar la tierra de forma responsable, con una única condición: que se les tenga en cuenta como constructores y progenitores de alimentos, que buscan que cada día el país siga siendo un Estado lleno de oportunidades, generadas desde el territorio para el territorio, en donde se garantice y valide lo que cada productor cultiva.
En conclusión, el fin de esta actividad fue consolidar cada una de las cadenas productivas para que la representatividad nacional tenga dolientes que defiendan el sentir del productor, para que no solo se sientan identificados con cada una de las propuestas que se presenten sino, también, que cada una sea construida participativamente y no desde el escritorio.
Por: Silfredo Fuentes
Multiplicador rural