Recuperando las papas nativas: las papas azules colombianas

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La papa azul es una variedad nativa cultivada bajo prácticas de producción limpia y buenas prácticas agrícolas (BPA).

Esta clase de papa, poco utilizada en Colombia, la empezaron a estudiar, desde hace aproximadamente diez años, pequeños productores empoderados del municipio de Ventaquemada, Boyacá, gracias a los procesos de innovación participativa en las áreas tecnológica, organizativa y empresarial, impartidos por la Corporación PBA.

A esta papa se le atribuye propiedades para regular la tensión arterial y mejorar el aspecto de la piel, por su contenido nutricional como la vitamina C, hierro, potasio, fibra y antioxidantes. La papa azul tiene un sabor muy agradable, es suave y puede ser consumida como la papa común. Su preparación es rápida: se puede hervir entre 8 a 10 minutos, se puede freír, hacer puré, comer asada o en ensaladas.

Este tubérculo es especial. Su color es natural porque posee flavonoides (antiocianinas) y se puede considerar como un alimento con mayor poder antioxidante, pues no contiene colorantes ni aditivos. Es solo una clase de papa diferente (como hay especies diferentes de maíz, frijol y café, por ejemplo). 

Tres ventajas para consumir papa azul: ayuda a prevenir el cáncer y las enfermedades neurológicas, por su poder antioxidante; ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares y reduce el envejecimiento prematuro, y contiene una mayor cantidad de nutrientes que las papas más comunes.

Este producto no es tan fácil de conseguir, pero se suele encontrar, en Bogotá, los sábados en los mercados campesinos de la carrera 15 con calle 85, en la plazoleta frente al Carulla, y en la plaza de Lourdes, frente a la Basílica de Nuestra Señora de Lourdes, o los domingos en Impact Hub, en la calle 69 #6-20.

 

Por: Yudy Briceño

Comunicadora rural